Hoy es viernes, estoy cansada, cansada de la rutina semanal, que no me aburre me llena de alegría pero que me cansa… me canso de luchar contra mis pensamientos, me canso de querer no pensar en lo que habla mí alma, sino de intentar obligarme a pensar en lo “realmente importante” …me canso de mí de esconder mis congojas, de mostrarme siempre como una mujer enérgica y especial.
Justo ahora en esta noche seca de tanto sol diurno, mientras muchos “amigos” salen a bailar a disfrutar el “Viernes” yo ignoro el timbre de mi celular que suena hasta el cansancio… la amiga despechada, el amigo al que le gusto de corazón, el que me tiene ganas, la amiga enamorada que no quiere verme aburrida, etc.. (Mas adelante les contaré sobre cada uno de estos seres mágicos que me rodean)
Escucho “Alfonsina y el mar” en la voz de Mercedes de mi alma quien ahora brilla en el infinito como una estrella resplandeciente… ¡oh! sí que me gustan sus canciones, la descubrí cuando andaba por mis 16, salía del colegio, mi etapa de transición, descubría nuevos horizontes… ¿porque saben? Siempre fui y creo que sigo siendo demasiado soñadora… Al oír esas canciones en las que ella en todas mencionaba “al hombre que amaba” yo representaba o mejor soñaba con el mío, - aunque en esa época no “conocía macho”:P- lo imaginaba, lo dibujaba mentalmente, lo deseaba, y soñaba con que ese hombre que llegara algún día a mi vida llegaría a de la mejor forma SORPRESIVAMENTE.
Bueno pero volvamos a hoy… decía que hoy viernes tengo diversidad de sentimientos, mi ahora es confuso, etapa de reencuentro con la soledad, etapa de un nuevo auto-reconocimiento, etapa de explorar mi alma de chocolatina, dulce, “endorfinoica” que no soporta los excesos y tampoco es buena para darse en demasía…. No debe consumirse cruda…. no mucho calor… No mucho hielo, una chocolatina modelo-racional-energético.
Cuando debí, no escuché a mi alma, y hoy estoy medio salada… poco endulzada… ella me lo dijo, cuidado con los roba-bombones, cuidado con él, cuidado con entregar mi chocolate, porque este dulce envoltorio protege tu amor, tu ingenuidad, tu inocencia. Hoy es tarde le entregué mi dulce, le entregué mi cacao, le entregué mi envoltura chocolatinoica en forma de corazón, porque afortunadamente me quede con este, mi alma lo alcanzo a rescatar cuando él lo aplastaba, cuando el lo escupía, cuando él, él…. Me engaño.